Dicen los senderos...

Dicen los senderos que su final se pierde en la lontananza y viaja hasta valles donde las estrellas bailan con el rocío de la tierra y los árboles susurran poemas mientras danzan al son de la brisa estival. Dicen los senderos que en su vera aguardan ancianos que relatan historias sobre héroes que cabalgaron en épocas ya enterradas por el paso de los siglos. Dicen los senderos que aquellos que osen adentrarse en sus infinitos dominios, vivirán aventuras tan increíbles y fantásticas que pondrán a prueba las fronteras de la imaginación. En ellas se hablará sobre la gloria y se crearán fantasmas alimentados por el honor y la pasión por defender la tierra amada. La brisa acariciará los cansados rostros de los viajeros y los librará de la pena arrastrándola hasta los desolados pozos del olvido. Dicen los senderos que pueden llevarte hasta el más lejano de los infinitos y que para ello, sólo hay que hundirse en las páginas de un libro... y soñar.