Bueno aquí va mi primera crítica a una obra ajena a este blog. Motivado por mi adolescencia pintando muñecos de Warhammer, decidí regresar a mis años mozo y revivir mentalmente algunas "batallitas" (nunca mejor dicho). Perdido entre guerras con hechizos de nombre impronunciable y guerreros con poderes de los de ríase usté de Chuck Norris, logré no sólo encontrar quehaceres para las largas tardes de lluvia sino también evadir la creciente proliferación de droga y malas gentes en mi pueblo. Estos simpáticos muñecos me alejaron de aficiones más deleznables y a pesar de dejarme una importante cantidad de dinero (todo sea dicho) logré pasar una buena temporada y les estoy muy agradecido por haberme dado una preadolescencia entretenida y emocionante en más de una ocasión.
No esperaba encontrarme con una obra maestra de la literatura ni mucho menos y por supuesto no ha sido así, sin embargo no puedo evitar romper mi lanza a favor de estos dos libros. Esta primera reseña será breve y sencilla pues así es como son estos libros. Son cortos, directos, violentos y sobre todo muy muy sencillos. Desde la primera página uno sabe como va a empezar y terminar esta historia de épica, muchas batallas e incluso algo de amor. Sigmar Heldenhammer se lanza a la conquista del imperio y mediante diversas batallas descritas con todo lujo de detalles e intensidad llega hasta el paso del fuego negro en donde libra la gran batalla de su vida que, como es de esperar, gana. En el segundo libro, y con el imperio ya unificado, Sigmar se alza como emperador y narra las desavenencias con el conde Marius y su sitio a Jutonsyrk así como la lucha con los demonios del pantano de Marburgo. La segunda parte de la novela narra la batalla que Sigmar libra consigo mismo al verse bajo la la maldición de un nigromante y termina con el asedio de Middenheim por parte de las tropas de Cormac Hacha Roja.
Bien, ambos libros pueden describirse como una sucesión de batallas a cada cual más violenta narradas con un estilo muy preciso y detallado que en ningún momento abandona el trepidante ritmo que el autor otorga a su relato. A todos los amantes de las batallas, la épica, el honor y todas esas cosas que a mi me vuelven loco, se lo recomiendo fervientemente. Sin embargo no encontrarán en él tramas sesudas ni enigmas ingeniosos. Tan sólo sangre violencia y mucha mucha épica. Bien narrada y muy divertida pero en ningún momento os empujará a pensar ni a imaginar. Personalmente le doy una buena puntuación pero no es el libro del siglo tan sólo uno más de los muchos que pueblan las baldas de fantasía hablando de la gloria y el honor en cada uno de los parrafos. Como he dicho puede hacernos pasar un buen rato pero no nos descubrirá nada nuevo.
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